Redacción Mediamaca Prensa / Oscar Muñoz Tinoco
Si hay algo que forma parte de la historia de las artes escénicas, en específico, del teatro, es que quienes lo sustentan y lo mantienen en función, son los espectadores, el público activo.
Antes, en la época de la monarquía, lo financiaban los señores de los castillos, o los reyes para sus cortes. Pagaban, evidentemente, el teatro que querían ver, o el teatro que querían que viese el pueblo.
En este sentido, el pasado y el presente están unidos de la misma forma, las grandes compañías teatrales del país, hacen que la pasión por apreciar este espectáculo se aleje cada vez más de su gente, por el factor lucrativo. Un privilegio sólo para la clase burguesa.
Pero este hecho no sólo concierne al alejamiento del público con el escenario, si no que los actores también se ven afectados por la gran mafia que se apodera y toma control de las producciones, derivando que a los grandes empresarios les interese más – como único objetivo- llenarse los bolsillos, y dejar de lado la visión de fomentar la cultura, concientizar a la gente y expresar sentimientos.
No obstante, para los actores mexicanos Fernando Becerril y José Luis Padilla, protagonistas de la obra “Confianza” la cual forma parte de la primera temporada de teatro breve en el Foro Shakespeare, observan en México un importante crecimiento por parte del teatro subsidiado a comparación del privado que impone Ocesa Teatro.
“El teatro privado sigue siendo horriblemente caro, como el que realiza Ocesa Teatro de Morris Gilbert, o como el que se muestra en el Teatro Insurgentes, pero en cambio, en otros como el teatro subsidiado, la tarifa es de 100 pesos, otros días 30 pesos y hasta hay descuentos para estudiantes, éste evidentemente está funcionando y están haciendo muchas obras, por eso, tal vez se puede apreciar un auge en los últimos años”, expresó Fernando Becerril.
Por su parte, en entrevista con el consolidado intérprete también visto en algunas cintas como “Arráncame la Vida” o “El Crimen del Padre Amaro”, refirió que desde su punto de vista, aún falta incrementar la difusión de las puestas en escena, aunque el público se está acercando un poco más por los descuentos.
“El auge del teatro hay va, pero observa al público que va al teatro privado, es para otra gente, y es increíble que inviertan en tantas bobadas, el teatro interesante es el que se hace en el Foro Shakespeare y en algunos círculos teatrales, aunque a nosotros nos pagan muy poco, pero se tienen que hacer esta clase de sacrificios para impulsar el crecimiento del teatro.”
Cuenta como anécdota, que en los años 60 las funciones eran de martes a domingo (se descansaban los lunes) y cualquier actor, fuese reconocido o no, podía vivir del teatro, por lo menos para comprar un departamento y tener necesidades básicas, pero manifiesta que México es el único país del mundo que no paga a los ensayos.
“Ahí es donde uno pierde más, si fuese un día está bien, pero ya dos o tres es un sacrificio grande, no se sustentan los días de trabajo, cuesta ensayar, y México no apuesta por esto, por eso no se ensaya tanto ni en el teatro comercial ni en el subsidiado”, puntualizó a su vez José Luis Padilla.
Cabe señalar, que para Fernando el dinero que se destina para la cultura es insuficiente ya que los que tienen más son los que ven al teatro como negocio y no como una expresión cultural.
“Cuando me llamó Ocesa para hacer El Diario de Ana Frank yo los mande a volar, me dijeron que ellos apostaban en el tiempo, y no nos pagarían por días, porque lo harían a largo plazo, y es increíble de verdad, un abuso terrible, me resulta muy extraño que si eres un actor y tienes que trabajar en alguna obra de Ocesa, lo sigas haciendo, si no pagan los ensayos y sus funciones son copias de espectáculos de otros países.
“Traen al coreógrafo que hizo una tal obra con gran éxito en España o Estados Unidos, para que haga uno igual aquí, no tienen intención de renovar ese espectáculo, hacen obras igualitas que se hacen otros países, una vez un cuate en París fue a ver una obra con una cámara escondida para filmar todo, regresa a México y se lo muestra a las compañías para hacer lo mismo ¿para qué haces teatro así? es un retroceso para los nuevos dramaturgos.”
Por último, los actores refirieron que la obra “Confianza” es una puesta que habla de la incomunicabilidad de dos generaciones, entre padre e hijo, pero que va más allá del simple conflicto y cliché que ocurre cotidianamente en una pelea familiar.
“La obra no cae en esta cosa gastadísima de yo padre de familia soy más grande por mis ideas y tú hijo no porque tus ideas son nuevas y chocamos, no se traduce a esa simplicidad, el autor buscó todo un contexto en la religión, en el pasado, en los valores, de la tradición y el hijo lo creó más ansioso, con proyectos, todo venidero, y juntó todos esos elementos de una manera en que no se ve la pelea clara, sino con un fondo más rico, una reflexión social, como se va desarrollando la traición, y que en el fondo no hay que confiar en nadie, cualquiera te puede traicionar, y los intereses de la comunidad son mercantiles.”
Confianza cuenta la historia de un padre (Fernando Becerril) que le reclama a su hijo (José Luis Padilla) por su participación en un proyecto fiesta-homenaje a un personaje singular en la vida de ellos. El hijo descalifica los motivos del padre como obsoletos porque sucedieron hace muchos años. El padre se ve confrontado en una situación sorprendente y donde la apariencia es que su propio hijo se ha puesto del lado de su enemigo.
“El padre cree que el hijo anda metido en una cosa mala, pero sobretodo él desea defender su individualidad y su existencia como adulto, el papá tiene una especie de rencor, se siente traicionado y engañado, pienso que lo interesante es la incomunicabilidad de dos generaciones, dos puntos de vista de la religión, de la sociedad, de la comunidad judía, y de la traición”, concluye el actor.
Las funciones de Teatro Breve continuarán todos los jueves a las 20:00 horas en el Foro Shakespeare, ubicado en Zamora 7, colonia Condesa, a una cuadra del Metro Chapultepec; hasta el 15 de diciembre.
Fotografía: Contraesquina.com
Fotografía: Contraesquina.com